jueves, mayo 31, 2007
FLAMENGO (COREOGRAFIA DE PATINAJE)
Hasta ahora había hecho música para teatro, para televisión, radio, danza contemporanea... pero, siempre quedan cosas por hacer. Y la novedad esta vez ha sido que el tema "Flamen Go (de Lost Words)" ha sido utilizado para coreografiar una actuación de patinaje artístico.
La creadora de la coreografía ha sido Janet Ruíz, entrenadora nacional y coordinadora de CPA Ripollet.
La coreografía fue interpretada por la patinadora Gemma Fernández.
Aquí os dejo el link... y el video "directo".
http://www.youtube.com/watch?v=QSo0PgMMDy8&eurl=
"LOST WORDS" EN NEW AGE REPORTER
A veces sin salir de casa te vienen a buscar... eso fué lo que pasó cuando recibí el correo de R. J. Lannan en el que me pedía permiso para hacer una crítica de mi último trabajo "Lost Words (2006)" en el portal New Age Reporter.
"The ability to turn lucid dreams into musical reality is reserved for the gifted."
(R. J. Lannan)
Cuando lees cosas así tienes la impresión de que están hablando de otra persona. Que esto no va contigo. Aquí en este link dejo la review/entrevista...
martes, mayo 08, 2007
MORPHOSIS
Escuchar "Morphosis".
Buenas amigos. Después de esta desaparición voluntaria, regreso para retomar mi vida “social”. Ha sido un periodo duro pero era necesario pasar por ello para poder crecer como músico, y sobre todo, como persona. Ha habido además un valor añadido y es que en medio de este “experimento” han ocurrido ciertas cosas personales que me obligaron a tomar una decisión... abandonar... o seguir a pesar de estas dificultades. Afortunadamente, creo que obré bien, ya que tomé esta segunda opción lo que ha hecho que me sienta orgulloso de haber aguantado hasta el final. Ha sido un viaje interior y para eso tenía que apartar la influencia de todos los factores externos posibles para poder estar conmigo mismo. Ha sido una etapa para poner en práctica las cosas que creo que todos nos decimos a lo largo de nuestra vida y que nunca encontramos el momento de llevarlas a cabo.
Os presento mi última composición “Morphosis”, aunque si hablo con total propiedad podría ser más correcto decir que os presento mi “primera” composición. Creo que esta vez lo importante no es el resultado si no el proceso, la vivencia, el disfrute del proceso de creación. Agradezco, como siempre, a Esther sus “adornos vocales”, (1:38 al 1:55). Pero la mención especial es para otro colaborador. Para esta composición tengo la valiosa colaboración de Javier Vecino (0:19 al 1:09), pero no del músico sino del “actor”. Fue todo un reto para él, porque ha tenido que interpretar un texto fonético (de esos que me invento XDD) sin significado alguno. Ha hecho un trabajo inmejorable consiguiendo con su interpretación comunicar sin “decir nada”. Aquí está la letra para que la podáis seguir...
Os presento mi última composición “Morphosis”, aunque si hablo con total propiedad podría ser más correcto decir que os presento mi “primera” composición. Creo que esta vez lo importante no es el resultado si no el proceso, la vivencia, el disfrute del proceso de creación. Agradezco, como siempre, a Esther sus “adornos vocales”, (1:38 al 1:55). Pero la mención especial es para otro colaborador. Para esta composición tengo la valiosa colaboración de Javier Vecino (0:19 al 1:09), pero no del músico sino del “actor”. Fue todo un reto para él, porque ha tenido que interpretar un texto fonético (de esos que me invento XDD) sin significado alguno. Ha hecho un trabajo inmejorable consiguiendo con su interpretación comunicar sin “decir nada”. Aquí está la letra para que la podáis seguir...
Dushney dajt ziríma dajt tu eve
Linzíma nushfri malbi krasto nasty zoth
Limsnaut grat ziríma eve
Rogrun dernau malbi prasto nen zoth
Dransti milkafar limsnaut eve
Pogrun larnau malbi krasto len moth
Fromuns tianofert dajt tu eve
Kromun wernau malbi prasto nasty zoth
Linzíma nushfri malbi krasto nasty zoth
Limsnaut grat ziríma eve
Rogrun dernau malbi prasto nen zoth
Dransti milkafar limsnaut eve
Pogrun larnau malbi krasto len moth
Fromuns tianofert dajt tu eve
Kromun wernau malbi prasto nasty zoth
Y ahora para terminar la presentación de este tema, he escrito una pequeña historia para ilustrar de alguna forma lo que he vivido y aprendido en este viaje hacia dentro. Morphosis no sólo es un tema musical, es todo un proyecto personal y puede que mi experiencia abra los ojos a alguien que tenga o haya tenido las inquietudes que aquí intento expresar. Os dejo, que voy a una exposición de pintura... ¿me acompañais...?
Nota adicional: La imagen de portada pertenece a Travis Atherstone (dieguito1_0@hotmail.com).
Nota adicional: La imagen de portada pertenece a Travis Atherstone (dieguito1_0@hotmail.com).
Entré en la sala, no había demasiada gente. De hecho a los pocos minutos quedamos sólo dos personas. Una mujer que estaba sentada delante de un cuadro enorme y yo. Había seis salas enormes llenas de cuadros del mismo pintor, Jonathan Haines, mi favorito. Su obra es extensa.
Ahí, delante de mis ojos, tenía unos cincuenta trabajos realizados en poco más de dos años. Todos extraordinarios y de una belleza inigualable para mi modo de ver el arte. Me senté al lado de aquella mujer y entablé un poco de conversación...
- Son fantásticos. ¿verdad?
- Así los percibe usted.
- ¿Insinúa que no es así?
- No. Sólo le digo que, efectivamente, lo son... por lo menos para usted.
- Supongo que eso es lo más importante para el artista ¿no?. Que su obra tenga aceptación.
- Sí. Siempre y cuando esté completamente convencido del resultado de sus propias obras.
- Me está diciendo que el propio Jonathan no está convencido de sus obras –dije con una sonrisa.
- Casi de ninguna –contestó ella con seriedad impune.
- Tal y como habla de él, creo que lo conoce mucho.
- Perfectamente.
Lo dijo con tal seguridad que la creí de corazón. Empecé a sentir muchísima curiosidad por saber más cosas... y ella lo notó.
- Un día Jonathan miró toda su obra, detenidamente... y descubrió que en ninguno de los cuadros había dejado salir completamente a su alma. Se dio cuenta de que a pesar de que había muchas partes de él esparcidas en ellos, en ninguna de las obras ERA él completamente.
- ¿Y cuál fue la causa de su insatisfacción?
- Yo fui la culpable.
Aunque en ese momento, muchos razonamientos me vinieron a la cabeza, no quise preguntar más acerca de sus problemas personales. Así que continué la conversación dirigiéndola a otros derroteros. Me levanté y miré a mi alrededor.
- Pues a mí me encantan. No puedo creer que no esté convencido de ninguno.
- Yo no le dije que no estuviera convencido de ninguno. Le dije que casi de ninguno.
- Quiero conocer ese “casi”.
Seguidamente, la mujer se levantó y la seguí en silencio. Atravesamos una sala entera y luego se dirigió a un pequeño rincón medio escondido. Se detuvo delante de un cuadro.
- Morphosis... –leí en la etiqueta de debajo-... este es el “casi”.
- Efectivamente.
- ¿Quiere que le diga la verdad?
- Adelante. Aunque ya sé lo que me va a decir
- No veo diferencia alguna respecto a los otros. Es decir, no veo que sea mucho mejor ni mucho peor que el resto. Es más... hay algunos que me gustan muchísimo más que este.
- Usted ve sólo el cuadro. Y es precisamente lo menos importante.
- Ahá, ya entiendo- apunté con un tono casi sarcástico-¿Cómo puedo mirar y analizar un cuadro en el que lo de menos es el cuadro en sí mismo?- pregunté ya prácticamente indignado.
- Piense en una piedra de cincuenta kilos.
- Ok. La tengo.
- ¿Qué valor da a esa piedra?
- Ninguno.
- Ahora imagine que esta piedra la transportó un esclavo durante más de sesenta kilómetros para construir una pirámide. ¿Eso le añade valor?
- Por supuesto. Ya entiendo lo que trata de decirme. El arte no es sólo lo que vemos. Tiene igual o más importancia saber la historia, el sentimiento y la razón que hay detrás de las obras para tener una visión auténtica y completa de ellas.
- Sí. Así es.
- Entonces viene la pregunta importante.
- Qué hay detrás de Morphosis...
Asentí con la cabeza mientras escuchaba con atención.
- Seguro que tiene controlado el significado de metamorfosis, consistente en el hecho de que un cuerpo físico pase de un estado a otro. Pues imagine lo mismo pero en un aspecto más metafísico. Hacer un cambio en la manera de pensar y de actuar. En definitiva... una especie de renacimiento emocional.
- Sí, más o menos esto lo había intuido por la imagen que aparece en el cuadro y pensando en una metáfora correspondiente. Pero algo me dice que hay más... no dejan de ser opiniones, conclusiones, observaciones y pensamientos que saco del cuadro y antes me ha dicho que el cuadro era lo de menos.
- Es muy agudo. Creo que merece que le cuente la historia... porque tiene la capacidad de entenderla y sobretodo de aprender de ella.
- Adelante...-ahora sí estaba intrigado sobremanera.
- Cuando Jonathan me conoció, descubrió de repente todas sus debilidades. Pero no sólo descubrió que su relación conmigo le afectaba en el terreno artístico. Le afectaba en todos los campos de su vida. Hasta que no hablamos, no empezó a solucionar “su problema”. Cuando supo que yo era la causante de su debilidad pero que no podía vivir sin mí, empezó a entender todo y una luz de esperanza le guió hasta poder visualizar el camino correcto a seguir. Se aisló de todo factor externo que pudiera alterar su estado de ánimo. Jonathan absorbía con contundencia todas las sensaciones que provenían del mundo exterior. Eso influía en su arte impidiendo que su creatividad interior surgiese libremente y él quería sacar el máximo de sí mismo. No quería ver algo terminado y descubrir que no había dado ni la mitad de su potencial por mi culpa. Entonces decidió recluirse del mundo exterior, quiso experimentar consigo mismo pero sobretodo quiso aprender a convivir conmigo. Sí, eso fue lo más importante, lo que le salvó. Decidió empezar de nuevo. Quería hacer una obra nueva, con la que lucharía para progresar y crecer. Así nació Morphosis. Morphosis es mucho más que una obra de arte, consiste en aprender a vivir su vida de una forma distinta y adecuada a las necesidades de su YO más puro. Conseguir realizar el experimento satisfactoriamente no significaba que a partir de entonces siempre triunfara… él estaba seguro de que fracasaría muchas veces, pero lo importante no era el hecho de poder fracasar o triunfar… lo importante era y es que si lo había hecho una vez, tenía la capacidad de hacerlo alguna otra vez. Sabría que podría hacerlo, que tenía ese poder en su interior. Morphosis consistía en SER por primera vez. El ejemplo de “yo puedo hacerlo”, el “yo lo hice una vez”, el “yo puedo volver a hacerlo”. Jonathan aprendió también a poner el tiempo a su favor. No sabía del tiempo del que disponía, por lo tanto tenía todo el tiempo del mundo. Lo utilizó para “hacer” cosas, aprendió a no correr para “terminar” algo. Se dio cuenta de que nada acaba. No hay fin. Simplemente son pasos para seguir adelante. Evolución contínua... Le atormentaba tener cosas pendientes, pero se dio cuenta de que por mucho que corriera para terminarlas, siempre salían cosas nuevas... y luego otras, y otras... hasta que fue consciente de que veía su recompensa en “el final”, el “acabado” y eso no le hacía disfrutar de lo verdaderamente importante que es “el proceso”, el disfrute de lo que hace en el momento de la creación.
- Eso es Morphosis- dije casi sin voz.
- Eso es.
- Puede que no resulte perfecta a nuestros ojos... pero sí a los suyos...
- Sí. Y eso es lo más importante. No sentir la duda de no haber dado todo lo que podía por mi culpa.
Otra vez, la mujer se culpó. Ahora sí que ya no pude más y le pregunté lo que quería saber desde hacía rato.
- Perdone la indiscreción... pero...¿usted... es su novia, ... mujer??
- Yo soy su impaciencia.
Ahí, delante de mis ojos, tenía unos cincuenta trabajos realizados en poco más de dos años. Todos extraordinarios y de una belleza inigualable para mi modo de ver el arte. Me senté al lado de aquella mujer y entablé un poco de conversación...
- Son fantásticos. ¿verdad?
- Así los percibe usted.
- ¿Insinúa que no es así?
- No. Sólo le digo que, efectivamente, lo son... por lo menos para usted.
- Supongo que eso es lo más importante para el artista ¿no?. Que su obra tenga aceptación.
- Sí. Siempre y cuando esté completamente convencido del resultado de sus propias obras.
- Me está diciendo que el propio Jonathan no está convencido de sus obras –dije con una sonrisa.
- Casi de ninguna –contestó ella con seriedad impune.
- Tal y como habla de él, creo que lo conoce mucho.
- Perfectamente.
Lo dijo con tal seguridad que la creí de corazón. Empecé a sentir muchísima curiosidad por saber más cosas... y ella lo notó.
- Un día Jonathan miró toda su obra, detenidamente... y descubrió que en ninguno de los cuadros había dejado salir completamente a su alma. Se dio cuenta de que a pesar de que había muchas partes de él esparcidas en ellos, en ninguna de las obras ERA él completamente.
- ¿Y cuál fue la causa de su insatisfacción?
- Yo fui la culpable.
Aunque en ese momento, muchos razonamientos me vinieron a la cabeza, no quise preguntar más acerca de sus problemas personales. Así que continué la conversación dirigiéndola a otros derroteros. Me levanté y miré a mi alrededor.
- Pues a mí me encantan. No puedo creer que no esté convencido de ninguno.
- Yo no le dije que no estuviera convencido de ninguno. Le dije que casi de ninguno.
- Quiero conocer ese “casi”.
Seguidamente, la mujer se levantó y la seguí en silencio. Atravesamos una sala entera y luego se dirigió a un pequeño rincón medio escondido. Se detuvo delante de un cuadro.
- Morphosis... –leí en la etiqueta de debajo-... este es el “casi”.
- Efectivamente.
- ¿Quiere que le diga la verdad?
- Adelante. Aunque ya sé lo que me va a decir
- No veo diferencia alguna respecto a los otros. Es decir, no veo que sea mucho mejor ni mucho peor que el resto. Es más... hay algunos que me gustan muchísimo más que este.
- Usted ve sólo el cuadro. Y es precisamente lo menos importante.
- Ahá, ya entiendo- apunté con un tono casi sarcástico-¿Cómo puedo mirar y analizar un cuadro en el que lo de menos es el cuadro en sí mismo?- pregunté ya prácticamente indignado.
- Piense en una piedra de cincuenta kilos.
- Ok. La tengo.
- ¿Qué valor da a esa piedra?
- Ninguno.
- Ahora imagine que esta piedra la transportó un esclavo durante más de sesenta kilómetros para construir una pirámide. ¿Eso le añade valor?
- Por supuesto. Ya entiendo lo que trata de decirme. El arte no es sólo lo que vemos. Tiene igual o más importancia saber la historia, el sentimiento y la razón que hay detrás de las obras para tener una visión auténtica y completa de ellas.
- Sí. Así es.
- Entonces viene la pregunta importante.
- Qué hay detrás de Morphosis...
Asentí con la cabeza mientras escuchaba con atención.
- Seguro que tiene controlado el significado de metamorfosis, consistente en el hecho de que un cuerpo físico pase de un estado a otro. Pues imagine lo mismo pero en un aspecto más metafísico. Hacer un cambio en la manera de pensar y de actuar. En definitiva... una especie de renacimiento emocional.
- Sí, más o menos esto lo había intuido por la imagen que aparece en el cuadro y pensando en una metáfora correspondiente. Pero algo me dice que hay más... no dejan de ser opiniones, conclusiones, observaciones y pensamientos que saco del cuadro y antes me ha dicho que el cuadro era lo de menos.
- Es muy agudo. Creo que merece que le cuente la historia... porque tiene la capacidad de entenderla y sobretodo de aprender de ella.
- Adelante...-ahora sí estaba intrigado sobremanera.
- Cuando Jonathan me conoció, descubrió de repente todas sus debilidades. Pero no sólo descubrió que su relación conmigo le afectaba en el terreno artístico. Le afectaba en todos los campos de su vida. Hasta que no hablamos, no empezó a solucionar “su problema”. Cuando supo que yo era la causante de su debilidad pero que no podía vivir sin mí, empezó a entender todo y una luz de esperanza le guió hasta poder visualizar el camino correcto a seguir. Se aisló de todo factor externo que pudiera alterar su estado de ánimo. Jonathan absorbía con contundencia todas las sensaciones que provenían del mundo exterior. Eso influía en su arte impidiendo que su creatividad interior surgiese libremente y él quería sacar el máximo de sí mismo. No quería ver algo terminado y descubrir que no había dado ni la mitad de su potencial por mi culpa. Entonces decidió recluirse del mundo exterior, quiso experimentar consigo mismo pero sobretodo quiso aprender a convivir conmigo. Sí, eso fue lo más importante, lo que le salvó. Decidió empezar de nuevo. Quería hacer una obra nueva, con la que lucharía para progresar y crecer. Así nació Morphosis. Morphosis es mucho más que una obra de arte, consiste en aprender a vivir su vida de una forma distinta y adecuada a las necesidades de su YO más puro. Conseguir realizar el experimento satisfactoriamente no significaba que a partir de entonces siempre triunfara… él estaba seguro de que fracasaría muchas veces, pero lo importante no era el hecho de poder fracasar o triunfar… lo importante era y es que si lo había hecho una vez, tenía la capacidad de hacerlo alguna otra vez. Sabría que podría hacerlo, que tenía ese poder en su interior. Morphosis consistía en SER por primera vez. El ejemplo de “yo puedo hacerlo”, el “yo lo hice una vez”, el “yo puedo volver a hacerlo”. Jonathan aprendió también a poner el tiempo a su favor. No sabía del tiempo del que disponía, por lo tanto tenía todo el tiempo del mundo. Lo utilizó para “hacer” cosas, aprendió a no correr para “terminar” algo. Se dio cuenta de que nada acaba. No hay fin. Simplemente son pasos para seguir adelante. Evolución contínua... Le atormentaba tener cosas pendientes, pero se dio cuenta de que por mucho que corriera para terminarlas, siempre salían cosas nuevas... y luego otras, y otras... hasta que fue consciente de que veía su recompensa en “el final”, el “acabado” y eso no le hacía disfrutar de lo verdaderamente importante que es “el proceso”, el disfrute de lo que hace en el momento de la creación.
- Eso es Morphosis- dije casi sin voz.
- Eso es.
- Puede que no resulte perfecta a nuestros ojos... pero sí a los suyos...
- Sí. Y eso es lo más importante. No sentir la duda de no haber dado todo lo que podía por mi culpa.
Otra vez, la mujer se culpó. Ahora sí que ya no pude más y le pregunté lo que quería saber desde hacía rato.
- Perdone la indiscreción... pero...¿usted... es su novia, ... mujer??
- Yo soy su impaciencia.
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